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domingo, 20 de mayo de 2012

FORMONES A BUEN RECAUDO

FORMONES A BUEN RECAUDO

Antonio, un amigo y vecino carpintero ya jubilado, ha tenido el amable detalle de regalarme algunas herramientas de las que le acompañaron en su larga vida laboral, entre ellas un antiguo cepillo con cuchilla peugeot, algunas escofinas, un destornillador automático de sube y baja (no sé que nombre darle) y sobre todo un juego de formones stanley que serán los protagonistas de la entrada de hoy.

Pues bien, el juego de formones en medidas de 6, 12, 18, 24 y 32 mm por el mucho uso y posiblemente por un incorrecto almacenaje, presentaban un lamentable estado en sus filos, bastante romos y con algunas melladuras, por lo que decidí devolverlos a la vida "útil" para la que fueron creados, rindiendo así también homenaje a este veterano carpintero, con el que comparto la pasión por la madera escuchando cuanto tiene que contarme, con ese punto de añoranza que deja entrever en su conversación.

Así pues, tras empezar a trabajar en sus filos, en aquellos que presentaban peor aspecto, lo que me está costando bastante esfuerzo en forma de idas y venidas en la piedra de afilar y viendo el trabajo que todavía me queda por delante, he decidido no tropezar en la misma piedra, por lo que he decidido resguardar los formones en un contenedor apropiado.

La primera opción sería construir una caja, pero mirando entre los cachivaches que vas guardando por si acaso, encontré una caja de puros vacía que le reclamé a mi padre hace ya algunos años mientras ejercía de padrino en la boda de mi hermana (en efecto se trata de la Mariquilla T'o Roetes).

Tras probar que podría contener los cinco formones con holgura para poder añadir también un sistema de contención que impidiera que andaran golpeándose entre sí, hemos devuelto a la vida útil también a esta caja de puros aparentemente inservible hasta ahora, pero que sólo necesitaba su momento para mostrar el propósito de tan largo almacenaje.


Y siguiendo con el almacenaje de largo recorrido, recordé que andaba por ahí dando vueltas un trozo de listón que alguien tiró hace también bastante tiempo.   Ahora sólo tocaba unir todo y darle forma.

Lo primero cortar dos trozos de listón del mismo ancho que el interior de la caja, para después hacer los taladros con la sierra de corona.   Aquí utilicé un pequeño truco, puesto que la sierra de corona es más corta que el listón, hice primero unos taladros pasantes con una broca para madera, de forma que luego pude taladrar con la de corona desde ambos lados del listón coincidiendo ambos cortes sin problemas.


Como se ve a continuación el taladrado no alcanza el final del listón.



Pero gracias al agujero guía, el trabajo se completa desde el otro lado.   Claro está que la coincidencia de ambos cortes requiere de destreza para mantener el taladro vertical o de disponer de una columna para taladro, que además de garantizar la verticalidad, también aporta un plus de seguridad manteniendo alejadas las manos y soportando mejor la fuerza que el taladro ejerce sobre la pieza de trabajo.


Una vez hechos los agujeros, tres en un listón y dos en el otro, para que luego queden enfrentados en la caja, había que cortarlos por la mitad para conseguir las partes que irán luego adheridas a cada tapa de la caja.   Misión para la sierra de calar fijada a este soporte con guía de corte lateral de la marca Wolfcraft.


Antes de seguir, conviene hacer una prueba por si acaso.   Los mangos encajan bien, pero el extremo plano necesita un rebaje o será imposible cerrar la caja, así que después de decidir la posición de cada uno se marcó con lápiz la forma de cada hoja sobre el listón.

Aprovechando que tenía montada la caladora sobre su accesorio se eliminó la mayor parte del material sobrante, para luego terminar a formón.


Y este es el resultado final, una vez encoladas todas las piezas.   Ya no volverán a golpearse los filos, y lo que no es menos importante, una entretenida mañana de domingo reutilizando materiales aparentemente inservibles.


2 comentarios:

  1. ¡Qué buena idea Andrés!

    Siempre me han llamado la atención este tipo de estuches, pero me parecía difícil hacerlos, tú me lo has puesto fácil.

    ¡Muchas gracias!

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  2. Adelante Ramón, no habrá quien te pare.

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